Cortaron tres y dos orejas respectivamente y Rocío Romero se fue de vacío

Los novilleros Marcos Pérez y Ramón Serrano fueron los triunfadores de la novillada de abono de la feria de Murcia al cortar tres y dos orejas respectivamente y salir a hombros por la Puerta Grande. La tercera del cartel, Rocío Romero, no tuvo tantas opciones y se fue de vacío.

FICHA: 

Se lidiaron novillos de López Gibaja, bien presentados. Destacó el cuarto.

Marcos, oreja y dos orejas.
Ramón Serrano, dos orejas y ovación tras aviso.
Rocío Romero, silencio y silencio tras aviso.

PARTE: El banderillero Antonio Jiménez fue atendido en la enfermería de «contusión en tercio inferior de miembro derecho inferior asociado a contusión y hematoma del dorso del pie y maleolo tibial. Se recomienda reposo, antiinflamatorios y analgésicos. Pronóstico moderado».

COMENTARIO:

Marcos Pérez brindó a Pepín Liria la faena al primero de la tarde, un novillo que estuvo justo de fuerza y raza y que se rajó después de la primera serie. El novillero supo evitar la huida del astado en las siguientes series a base de dejar la muleta en la cara y compuso una faena de mérito en la que fue superior a su oponente. Mató de estocada y cortó la primera oreja de la tarde.

El segundo de su lote le permitió gustarse en series con la derecha. Fue un novillo colaborador al que Marcos toreó con la mano baja y temple en una faena muy completa que terminó con toreo de cercanía y remató de estocada, redondeando su triunfo. Cortó dos orejas.

Ramón Serrano estuvo animoso con el capote. El novillo manseó en el caballo y en banderillas cogió contra las tablas al banderillero Ecijano II. Serrano comenzó la faena con estatuarios y ligó dos series con la derecha templadas y a más, aprovechando la buena condición del novillo por ese pitón. Por el izquierdo el novillo se rajó, de ahí que volviera a la diestra pero el animal ya no quería más pelea. Aprovechó el murciano inteligentemente las últimas arrancadas pero en sus últimos intentos sufrió una espeluznante voltereta. Se repuso y quiso rematar la faena con bernardinas, resultando cogido de nuevo de fea manera. Mató de estocada y cortó dos orejas.

En el quinto, Serrano toreó bien a la verónica de salida. El novillo manseó en el caballo y quedó un tanto incierto para la muleta. Lo intentó el murciano por ambos pitones sin obtener entrega de su oponente. Estuvo por encima Serrano en una labor insistente que luego pinchó, teniendo incluso que descabellar.

Rocío Romero no lo tuvo fácil en el tercero de la tarde, un animal que se lo pensaba y pegaba tornillazos. No pudo estar cómoda pero a pesar de ello dio algunos muletazos estimables con la derecha. Al natural fue desarmada y no logró hilvanar nada reseñable. Mató al cuarto intento y su labor fue silenciada.

En el sexto la novillera dio lances ganando terreno. En la muleta el novillo mostró mansedumbre y buscó la querencia de chiqueros, embistiendo siempre de forma descompuesta, impidiendo el lucimiento de la torera. Mató de estocada atravesada y escuchó un aviso mientras descabellaba.

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